El viceministro de Educación, Robert Cano, reiteró esta mañana que nada está definido con respecto al retorno de clases pero recordó que se está debatiendo sobre un sistema mixto, con la modalidad virtual para niños y docentes con patologías de base y presencial para “grupos burbuja”. Agregó que espera que este año ya se pueda dar el retorno gradual de manera experimental, sobre todo en las escuelas rurales, donde hay menos acceso a internet.

Cano volvió a aclarar esta mañana que el retorno a clases presenciales no será obligatorio, puesto que se debe respetar la vida y los padres que no desean exponer a sus hijos en pandemia tienen un justificativo. Sin embargo, acotó que es momento de debatir sobre mecanismos que están siendo adoptados en otros países para ir planificando el regreso gradual a la normalidad.
Explicó que una de las opciones más viables es la de establecer grupos burbuja, de aproximadamente 10 niños que no cuenten con patologías de base ni tengan en sus casas a personas de riesgo. Agregó que se debe hacer la misma diferenciación con los docentes, puesto que “de ninguna manera” van a exponer a quienes cuenten con comorbilidades.

De implementarse ese sistema, todos los que conformen esos grupos de riesgo podrán seguir con las clases virtuales, mientras que los demás tendrán la opción de ir retornando a las escuelas. Cano destacó que ese sistema permitirá que, en caso de que se detecten contagios, se puedan aislar grupos específicos de alumnos y docentes que trabajen por cuadrillas.
“Sabemos que el 2021 va a ser un año bien desafiante porque se deberá establecer quienes estarán con la virtualidad y quienes con la presencialidad. Ningún docente va a ser obligado si es que tiene enfermedades de base o comorbilidades de cualquier tipo. Ahora estamos trabajando para identificar a esos docentes para garantizar que no asistan a clases para no exponerlos. Son 72.200 docentes de escuelas públicas, implica un desafío muy grande y para eso vamos a trabajar durante todas las vacaciones de verano”, manifestó.

El viceministro señaló que considera que este año se podría iniciar la implementación de ese sistema en algunas ciudades rurales en donde no se detectan casos del nuevo coronavirus desde hace meses. Además, agregó que son esas zonas las que más necesitan de la presencialidad, debido al difícil acceso a internet y por ende a las clases virtuales.
Sobre los cuestionamientos con respecto a que en las escuelas no existe la infraestructura necesaria para garantizar el respeto a las normativas sanitarias, manifestó que sí hay muchas instituciones educativas en donde se puede aplicar todo lo necesario para evitar el contagio masivo.

El viceministro de Educación destacó que todas estas ideas se van a debatir en las reuniones interinstitucionales que se mantienen de manera virtual, donde también participa la sociedad científica y pediátrica.
“El distanciamiento físico, el uso de mascarillas y el lavado de manos deben formar parte de la dinámica en el aula. Los pequeños deben acostumbrarse a usar las mascarillas porque veo que en sus casas no usan, y deberían usarla. Implica un proceso de adaptación por el que tienen que pasar los estudiantes”, evaluó.