Luego de un largo debate, el Senado acepta las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados en el proyecto de ley que plantea la universalización de la pensión para adultos mayores. Quedó sancionada y ahora está en la cancha del Poder Ejecutivo.

Con 36 votos a favor, el Senado aprobó las modificaciones introducidas por la Cámara Baja el pasado 8 de agosto.

Con esto se elimina el censo como mecanismo de inclusión y en cambio, se incluye un sistema automático, mediante un cruzamiento de datos de diferentes instituciones que determinará la elegibilidad.

Es decir, la persona al cumplir la edad de 65 años, requerida en la ley, deberá llenar solamente un formulario en la municipalidad que le corresponda y ya ingresa al beneficio si cumple con otros requisitos.

No obstante, la ley aclara que, los adultos mayores de pueblos originarios serán beneficiados desde los 55 años, y aquellos que tengan una discapacidad a partir de los 60 años, con certificado de Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad.

Además, el aumento de la pensión al 50% del salario mínimo no prosperó. Será del 25% del salario mínimo vigente que deberá ser reajustado conforme a la variación del sueldo básico anual.

El documento con las modificaciones ahora se remite al Poder Ejecutivo donde el presidente, Santiago Peña, deberá vetar o promulgar.

 

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