Olimpia se quedó con el superclásico al superar por 2-0 a Cerro Porteño. El Decano fue contundente en el área y aprovechó la inocente marca azulgrana en zona defensiva. Si bien el Ciclón hizo el gasto, el triunfo franjeado se concretó gracias a los goles de Ramón Sosa y Jorge Recalde.

Nuevamente los rivales de siempre se volvieron a ver, esta vez por la quinta fecha del Apertura en el Tigo Manuel Ferreira. El covid-19 tomó protagonismo en la semana previa al bajar a varios actores principales, en especial de la zona defensiva del elenco visitante.

Ambos llegaban con siete unidades aunque desde lo anímico, el último triunfo por goleada del Olimpia lo dejaba mejor ante el empate que consiguió Cerro Porteño. El arranque fue dinámico, intenso, con emociones. Ya a los 2′, una peinada de Richard Ortiz dejó a Roque Santa Cruz de cara al gol. Una gran intervención de Rodrigo Muñoz mantuvo la paridad.

El dueño de casa merodeó el área rival, producto de su superioridad pero el Ciclón se sacudió de esto con un avance de Óscar Ruiz, a los 5′. El zurdo se metió en el área y se quitó rivales de encima. Al momento de definir le quedó para su pierna menos hábil y el balón se fue por encima de la portería.
De a poco, Cerro Porteño fue tomando mayor protagonismo. Una salida rápida, comandada por Claudio Aquino terminó con un remate de este que no encontró la portería a los 13′. De pelota quieta, Pablo Adorno bajó el balón y Santa Cruz despejó cerca de la línea de sentencia cuando Ruiz se preparaba para poner la cabeza, a los 15′.

Disminuyó la intensidad del trámite de juego y Olimpia golpeó. Braian Ojeda dibujó una diagonal y vio a Iván Torres, quien de primera intención se conectó con Ramón Sosa. El llegado como refuerzo, que en la fecha pasada se emocionó hasta las lagrimas por debutar en las redes con la casaca decana, ahora volvió a festejar pero ya en un superclásico. Sosa recibió, giró y a pesar de pegarle mordido a la pelota, esta se metió muy esquinada, dejando sin posibilidad a Muñoz, a los 28′.

Tras el gol, el Franjeado creó un par de insinuaciones que llevaron peligro pero las más claras estuvieron del lado visitante. Aquino fue como siempre el que guió la ofensiva cerrista. A los 39′ descargó para Federico Carrizo, quien envió un centro cerrado que detuvo Alfredo Aguilar.
A los 41′, un tiro libre de Aquino hizo tambalear el arco decano. Su derechazo superó la barrera y se estrelló por el travesaño. La primera mitad se fue con el Ciclón en ataque, y en el complemento se extendió este trámite. En el inicio, Mauro Boselli no pudo cerrar un centro que recorrió la parte frontal de la portería de Aguilar.

Cerca de los 50′, Cerro Porteño coqueteó con la paridad instalándose. Boselli metió un pase filtrado y Ruiz no llegó; en otra acción, el argentino bajó de pecho el balón que le quedó largo y no concretó la chilena. A los 55′ convirtió tras un córner pero el VAR invalidó el tanto por posición adelantada.
Aguilar impidió la igualdad a los 60′ y un minuto después, el Pollo castigó de contragolpe. El Ciclón tirado en ataque descuidó la zona defensiva. Aldo Maíz le ganó la posición a Recalde pero este no se rindió, robó el balón y se conectó con Alejandro Silva, quien le devolvió la pelota con el arco descubierto. El Pollo definió a placer y puso el 2-0.

A partir de ahí, Cerro Porteño manejó la pelota y Olimpia administró el partido. Aquino, con signos de cansancio, intentó la reacción mas Aguilar se mostró seguro. A los 82′ se quedó con un frentazo de Marcos Cáceres. Dos minutos después, Aguilar volvió a desviar un remate de Ángel Cardozo Lucena que quedó solo con el portero luego de la habilitación de Aquino.

El encuentro se marchó. Los seis minutos de adición fueron de trámite. Anque Recaldé pudo haber convertido el tercero tras un error de Pablo Adorno. Olimpia capitalizó las situaciones de gol que generaron ante una defensa que se mostró inocente y se quedó con el superclásico en Para Uno.